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Frauen mit Sonnenbrillen

Vitrificación de ovocitos: el testimonio de Cristina

Hoy queremos compartir con nosotros el testimonio de Cristina, una chica de 30 años que acudió a nuestra clínica para informarse sobre la vitrificación de ovocitos y se hizo un tratamiento con nosotros.

– ¿Por qué decidiste informarte sobre la preservación de la fertilidad?
Tengo 30 años y pareja estable, pero no siento aún el deseo de tener hijos. Sin embargo, un caso de infertilidad en mi familia me sensibilizó con la reproducción asistida y, hace aproximadamente dos años, leí un artículo sobre la vitrificación de ovocitos que me hizo interesarme por el tema y aplicarlo a mi caso concreto. Explicaban cómo retrasar el momento de ser madre afecta a nuestras capacidades reproductivas y señalaban un descenso importante de la fertilidad a partir de los 35 años. Sinceramente, no veo el momento de tener hijos en los próximos 5 años, por lo que decidí conocer mi fertilidad actual y consultar mi caso con un médico.

Foto: Sascha Kohlmann
Foto: Sascha Kohlmann

– ¿Por qué decidiste venir a Inebir?
Mi prima es paciente vuestra, la ve el Dr. Navarro y solo tiene buenas palabras para la Clínica. Ella me animó a venir a una primera visita. Personalmente, prefería que me atendiese una doctora y consulté si era posible en mi primera llamada. Finalmente, me dieron la cita con la doctora Carolina Vega y estoy completamente encantada con el trato recibido.

– ¿Cómo fue tu primera visita?
Me sentí muy cómoda desde el primer momento. La Dra. Vega se mostró muy cercana y me hizo estar muy relajada. Os parecerá una tontería pero hay ciertos temas de los que me cuesta hablar y para mí fue muy importante establecer una buena relación la doctora para decidirme a realizar el tratamiento. Me preguntó acerca de mis antecedentes e historial médico previo y, posteriormente, me pasó a otra sala donde me realizó una exploración ginecológica completa. Me explicó en qué consistía la vitrificación de ovocitos y cuáles eran las pruebas a realizar tras mi visita.

– ¿Cuáles fueron los siguientes pasos?
Tuve que realizarme una serie de analíticas y me dijeron que llamase cuando me bajase la regla para citarme en el tercer día. Me hicieron una prueba que consistía en una ecografía en la que hacían un recuento de mis folículos y una analítica para medir los valores hormonales. Con los resultados, volví a reunirme con la Dra. Vega y me dijo que tenía una buena dotación folicular. Me explicó que, ahora mismo, nada hacía pensar que tuviera ningún problema para quedarme embarazada, y que podía hacerme un seguimiento semestral para comprobar la evolución de mi reserva ovárica. Sin embargo, también me habló de cómo la calidad de mis óvulos iría empeorando con el tiempo y eso podría afectar al correcto desarrollo del embrión.

– ¿Por eso te decidiste a realizar el tratamiento para congelar óvulos?
Sí, en realidad se unieron varios factores. Era un buen momento laboral para compaginar las continuas visitas a Inebir, me sentía muy segura en Inebir y sabía que cualquier momento posterior no iba a ser mejor que ese, así que decidí superar mis miedos y someterme al tratamiento.

– ¿Qué miedos tenías?
Principalmente me preocupaba cómo iba a reaccionar mi cuerpo a las hormonas, los continuos pinchazos y analíticas de sangre, y el quirófano.

– ¿Y cómo fue la experiencia? ¿Cómo te sentiste en la estimulación ovárica?
Genial. La verdad es que no tuve absolutamente ningún problema. Es cierto que es un poco molesto acudir a diario a la clínica, las ecografías, las analíticas… En mi caso no me atrevía a ponerme yo misma la medicación, por lo que iba mañana y tarde a la clínica. Fueron 2 semanas muy intensas, pero solo 2 semanas y ahora tengo la tranquilidad de tener 17 ovocitos congelados para el futuro.

– ¿Y el quirófano? ¿Cómo fue?
¡No me enteré de nada! Tenía molestias, como de regla, el día anterior a la punción y también la tarde del quirófano, pero muy soportables. Al día siguiente me levanté completamente recuperada. Tan solo tuve una abundante regla días después, algo que ya me había advertido la Dra. Vega.

– Contenta entonces con tu experiencia, ¿qué le dirías a otras chicas que, como tú, estén pensando en la preservación de la fertilidad?
Creo que es algo muy personal. Yo quería saber mi capacidad reproductiva y estoy mucho más tranquila pensando que en el futuro, si decido ser madre, tengo esa opción ahí. Aún así y, tal como me dijo la Dra. Vega, cuando llegue el momento lo intentaré de forma natural pero, para mí, será más fácil de afrontar sabiendo que, si surge algún problema, tengo óvulos (con la calidad de mis 30 años) congelados. Insisto, creo que todo lo que tenga que ver con la maternidad, e incluyo la vitrificación de ovocitos, debe ser tratado de forma muy delicada, es tan personal que no me atrevería a dar un consejo generalizado. Yo siempre elijo estar informada, saber cuáles son todas las posibilidades y decidir qué quiero hacer. Lo que sí puedo recomendar a todas aquellas mujeres que decidan dar el paso, es que acudan a Inebir, aunque sea a la primera visita (que es gratuita) para poder comparar y decidir. Yo siempre sentí que estaba en las mejores manos y me sentí muy cuidada por todo el equipo.

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