En los ciclos de Fecundación In Vitro realizamos la estimulación ovárica, extraemos los ovocitos, los cultivamos, fecundamos y cultivamos los embriones y realizamos la transferencia embrionaria. En algunas ocasiones, por diversas razones médicas, se decide criopreservar todos los embriones y esperar a otro ciclo para la realización de la transferencia.
El proceso posterior, en el que se transfieren los embriones previamente vitrificados, es mucho más sencillo y económico para los pacientes. En este caso, la etapa de control endocrinológico será mucho más simple, ya no necesitaremos las inyecciones de hormonas ni los controles analíticos y ecografías diarias. El tratamiento, en este caso, irá enfocado a preparar el endometrio para la transferencia y se hará a través del seguimiento del ciclo natural o mediante un ciclo sustituido que controlamos con la administración de Procrim y parches de estrógeno o meriestra.
Durante la etapa de control de este tipo de tratamientos y de forma generalizada, realizaremos un primer control una vez que a la paciente le baje la regla, otro a mitad del ciclo para asegurarnos de que las condiciones son óptimas para la realización de la transferencia, y una última ecografía el día antes de transferir los embriones.
El proceso de transferir los embriones es exactamente el mismo que para los embriones frescos, serán introducidos en un catéter y el ginecólogo los depositará en el interior del útero.
Aproximadamente 11 días después, realizaremos una analítica de sangre para ver si la paciente está embarazada. Esta analítica se repetirá, generalmente, dos veces más para comprobar que el valor crece adecuadamente y, tres semanas después, la paciente será citada para la realización de la primera ecografía.
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